Esta receta no tenía que publicarla hoy pero debido a un problema informático, ya se sabe aquello de en casa del herrero cuchillo de palo, pues no he podido publicar nada en todos estos días. Así que en vez de mona de Pascua, torrijas de Cuaresma.
Las torrijas son de esos postres típicos que no faltan nunca por estas fechas, parece que si no hay torrijas la Semana Santa no es lo mismo, le falta algo. Para conocer un poco más de este postre vamos con un poco de historia:
"La torrija aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina: miel y mucho huevos para hacer torrejas; al parecer como plato indicado para la recuperación de las parturientas. Las primeras recetas se remontan al Libro de Cozina de Domingo Hernández de Maceras (1607) y Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería de Francisco Martínez Montiño (1611). La torrija era a comienzos del sigo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con vasos de vino. Su asociación a la cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento de pan, que, durante el tiempo que no se podía comer carne, era por ello menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad." (fuente Wikipedia)
Por supuesto las he visto hacer en casa desde siempre y la receta que os traigo la hacía ya la yaya, pero sin el helado claro. Me ha apetecido salirme de la presentación tradicional que todos conocemos más que de sobra, y hacer algo distinto.
Hace más de un año las vi en un restaurante, del que no recuerdo el nombre, acompañadas de helado de chocolate, yo no las probé pero por la cara y los comentarios del que se las comió debían estar bastante bien. La cuestión es que me acordé de aquella presentación, pero como no me atraía con chocolate se me ocurrió esta combinación que ha sido todo un acierto.
Tengo que decir que las torrijas no me atraen mucho, ya de pequeña siempre iba buscando las más secas, debía ser que ya tanta leche no me sentaba bien, por lo que comía poco o nunca. Ya de mayor he ido buscando la manera de que me resultaran más atrayentes y de ahí esta presentación.
Esta receta es mi segunda aportación al Recetario Mañoso, que para este mes de Abril nos propuso La Cuaresma de la mano de Susana de Delantal o Mandil
Espero que os guste.
Las torrijas son de esos postres típicos que no faltan nunca por estas fechas, parece que si no hay torrijas la Semana Santa no es lo mismo, le falta algo. Para conocer un poco más de este postre vamos con un poco de historia:
"La torrija aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina: miel y mucho huevos para hacer torrejas; al parecer como plato indicado para la recuperación de las parturientas. Las primeras recetas se remontan al Libro de Cozina de Domingo Hernández de Maceras (1607) y Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería de Francisco Martínez Montiño (1611). La torrija era a comienzos del sigo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con vasos de vino. Su asociación a la cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento de pan, que, durante el tiempo que no se podía comer carne, era por ello menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad." (fuente Wikipedia)
Por supuesto las he visto hacer en casa desde siempre y la receta que os traigo la hacía ya la yaya, pero sin el helado claro. Me ha apetecido salirme de la presentación tradicional que todos conocemos más que de sobra, y hacer algo distinto.
Hace más de un año las vi en un restaurante, del que no recuerdo el nombre, acompañadas de helado de chocolate, yo no las probé pero por la cara y los comentarios del que se las comió debían estar bastante bien. La cuestión es que me acordé de aquella presentación, pero como no me atraía con chocolate se me ocurrió esta combinación que ha sido todo un acierto.
Tengo que decir que las torrijas no me atraen mucho, ya de pequeña siempre iba buscando las más secas, debía ser que ya tanta leche no me sentaba bien, por lo que comía poco o nunca. Ya de mayor he ido buscando la manera de que me resultaran más atrayentes y de ahí esta presentación.
Esta receta es mi segunda aportación al Recetario Mañoso, que para este mes de Abril nos propuso La Cuaresma de la mano de Susana de Delantal o Mandil
Espero que os guste.
Receta apta para intolerantes a la lactosa, vegetarianos y celíacos si sustituimos el pan por pan sin gluten.
Ingredientes:
8 rebanadas de pan especial para torrijas - 600 ml de leche de almendras - panela - 1 rama de canela - piel de 1 limón - 2 huevos L - 30 ml de Oporto - canela en polvo - AOVE - helado de vainilla sin lactosa
Para el coulis:
200 gr de frutos rojos congelados - 50 gr de panela - 50 ml de agua - zumo de 1 limón
Preparación:
Vamos primero con la preparación del coulis. En un recipiente apto para el fuego colocamos la panela, el agua y lo calentamos hasta que se disuelva la panela, cuando vaya a empezar a hervir añadimos los frutos rojos y el zumo de limón, mezclamos bien. Bajamos el fuego y dejamos que se vaya haciendo lentamente hasta que los frutos se hayan descongelado por completo y veamos que empiezan a deshacerse. Retiramos del fuego y lo pasamos por un chino o colador. Reservamos.
Para la preparación de las torrijas primero aromatizamos la leche de almendras con la piel del limón y la canela. Ponemos la leche en un cazo y le añadimos una cucharada sopera de panela, llevamos a ebullición, retiramos de fuego y le añadimos la piel del limón y la rama de canela. Lo tenemos infusionando hasta que la leche se enfríe, cuando ya se haya enfriado añadimos el oporto y mezclamos bien.
Ponemos una sartén al fuego con el AOVE. Batimos los dos huevos y vamos pasando las rebanadas de pan primero por la leche infusionada empapándolas bien, a la que le habremos quitado la rama de canela y el limón, y a continuación por el huevo. En cuanto tengamos el aceite caliente las freímos por ambos lados hasta que estén doradas. Retiramos a un plato y reservamos hasta que estén todas fritas.
En un plato ponemos unos 100 gr de panela y 3 cucharaditas de canela en polvo, mezclamos y vamos pasando las torrijas por ambos lados para que se impregnen bien. Dejamos enfriar y ya las tenemos listas para degustar.
Emplatado:
En un plato o bandeja de postre colocamos primero un poco de colulis con una cuchara o pincel, seguidamente ponemos encima una torrija y en uno de los lados una bola de helado de vainilla. Para terminar cubrimos la bola de helado con dos cucharadas del coulis de frutos rojos y ya podemos disfrutar de este estupendo postre. Por cada trocito de torrija coger un poco de helado con el coulis y veréis, uhmm, resulta exquisito, nada empalagoso y muy suave.
Aclaraciones/notas:
Ya sabéis que debido a mis intolerancias no puedo tomar leche de vaca, por lo que podéis sustituir tanto la leche de almendras como el helado por leche normal sino tenéis este problema.
Sacar el helado un poco antes para que pierda frío y podáis sacar bien la bola con el saca bolas.
Al dejar enfriar la leche lo que conseguimos es que el pan no se nos rompa al empaparlo, si la leche estuviera caliente se nos desharía el pan. Si no os gustan muy dulces las torrijas no añadáis azúcar a la leche, realizar el mismo proceso de infusionado pero sin el azúcar.
A mí me gustan más de un día para otro porque así tienen ese almíbar que se va produciendo según va pasando el tiempo. Deliciosas.
He utilizado frutos rojos congelados porque no podía conseguir frescos, si lo podéis hacer con frescos mejor y así os evitáis el paso de cocción con el almíbar. Una vez tengamos el almíbar añadimos los frutos rojos, el zumo de limón y pasamos por el chino. Como veis más sencillo. Lo que os sobre lo guardáis bien cerrado herméticamente en el frigorífico, aguanta bastante y podéis utilizarlo en otras preparaciones.
A la hora de presentarlas podéis hacerlo así o colocando la bola de helado encima de la torrija.
A la hora de presentarlas podéis hacerlo así o colocando la bola de helado encima de la torrija.
Como veis una forma distinta de comer torrijas.
¡¡¡A DISFRUTAR!!!
Fantástica y original, me encantan.
ResponderEliminarBesitos
Gracias :D me alegra que te guste
EliminarBesos,
Muy bueno Ana Cristina!! con ese heladito te ha quedado genial. Estupenda aportación.
ResponderEliminarBesos
Hola Pilar,
EliminarSí, la verdad es que la combinación está de vicio. Un peligro, un peligro, pero como se suele decir una vez al año no hace daño ;)
Besos,
Gracias por tu aportación tan rica, nos encanta con ese helado de vainilla un poco derretido y que empape la torrija ummmmm. besos
ResponderEliminarGracias a vosotros. Jo, no te puedes ni imaginar el disfrute de la combinación de sabores ;)Es un pecado mortal, jajaja
EliminarBesos,
Muy buena idea comerlas con un helado, se ven muy ricas.
ResponderEliminarGracias nuevamente por tu aportación al Mañoso, ya sabes, dentro de unos dias nuevo ingrediente, bsssssssss.sefa
Hola Sefa,
EliminarPruébalas, ya verás, no podrás parar. Un placer participar como siempre. Esperando ver con qué nos sorprendéis esta vez.
Besos,
Que pasote de postre, eso es una torrija bien acompañada. Besicos.
ResponderEliminarHola Jose,
EliminarY tan bien acompañada, la combinación ha sido un acierto sobre todo porque el coulis de frutos rojos le da un puntito, uhmmmm. Ahora ya tengo excusa para comer torrijas ;)
Besos,
Una nueva forma para comer las torrijas y bien buena que se ve.
ResponderEliminarBesos.
Hola Ana,
EliminarYa sabes que hay que variar de vez en cuando para hacer mas atrayentes platos de siempre, por lo menos eso es lo que me pasa a mí. Necesitaba acompañar la torrija porque la veía muy triste y sola en el plato.
Besos,
Tu blog es estupendo, te he elegido para un premio. Cuando puedas pasa por mi blog Gastronomía Solar, ojalá lo aceptes
ResponderEliminarHola Andrés,
EliminarGracias por pasar por mi cocina, me alegra que te guste.
Para un premio? Qué honor!! Ya me contarás ;) Por supuesto que me paso por tu blog, cuenta con ello.
Muchas gracias y un abrazo,
Nunca es tarde para publicar una torrija como esta, y con tan buen acompañamiento que le has puesto, muy ricas.
ResponderEliminarnos vemos
bye
Hola Lanas,
EliminarGracias por visitar mi cocina. La verdad es que estaba buenísima, te animo a que la pruebes.
Un abrazo,